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Edward Hopper
Pintor de obras de arte famoso
Réplicas o copias de obras famosas a través de los tiempos

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Edward Hopper (Nyack, 22 de julio de 1882 - Nueva York, 15 de mayo de 1967)​ fue un pintor estadounidense, célebre sobre todo por sus retratos de la soledad en la vida estadounidense contemporánea. Se le considera uno de los pintores de la escuela Ashcan, que a través de Arshile Gorky llevó al expresionismo abstracto posterior a la Segunda Guerra Mundial.

Hopper entró en 1900 en la New York School of Art. En ese instituto coincidirá con otros futuros protagonistas del arte estadounidense de principios de los años cincuenta: Guy Pène du Bois, Rockwell Kent, Eugene Speicher y George Bellows.

Sin embargo, los contactos que resultaron fundamentales para su formación y para su desarrollo como pintor son tres de los profesores de la escuela: William Merrit Chase, que lo animó a estudiar y a copiar lo que veía en los museos; Kenneth H. Miller, que lo educó en el gusto por una pintura nítida y limpia, organizada en una composición espacial ordenada y Robert Henri, que contribuyó a liberar el arte de la época del peso de las normas académicas, ofreciendo de ese modo un ejemplo activo al joven Hopper. Tras conseguir su título, Hopper obtuvo su primer trabajo como ilustrador publicitario en la C. Phillips & Company.

Mayormente conocido por sus pinturas al óleo, Hopper comenzó a ganar reconocimiento por sus acuarelas y además produjo algunos grabados comercialmente exitosos. Adicionalemente, sus cuadernos contienen bocetos a lápiz y bolígrafo de alta calidad, que no fueron hechos para ser vistos por el público.

Hopper prestaba particular atención al diseño geográfico y la cuidadosa localización de figuras humanas en equilibrio con el entorno. Él fue un artista lento y metódico; escribió, “Toma un largo tiempo que una idea llegue. Después tengo que pensar en ella durante largo rato. No comienzo a pintar hasta que lo tengo todo solucionado en mi mente. Está todo bien cuando finalmente me acerco al caballete”. A menudo hacía bocetos previos para elaborar sus cuidadosamente calculadas composiciones. Él y su mujer mantenían un detallado libro con sus obras con notas como “cara triste de mujer apagada” o Para “New York Movie” (1939), Hopper demuestra su minuciosa preparación con más de 53 bocetos del interior del teatro y de la figura de la acomodadora pensativa.​

Su efectivo uso de la luz y la sombra para crear un estado anímico es central en los métodos de Hopper. La brillante luz solar (como emblema de la introsprección o la revelación), y las sombras que arroja también juegan roles simbólicamente poderosos en las pinturas de Hopper como “Early Sunday Morning” (1930), “Summertime” (1943), “Seven A.M.” (1948) y “Sun in Empty Room” (1963). Su uso de efectos de luz y la sombra se han comparado con la cinematografía del cine noir.

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